Descripción
Isabel tiene una rutina que cumple al pie de la letra: los jueves a las cinco de la tarde, peinada y vestida con esmero, saca la porcelana del vajillero y pone una mesa elegante debajo de una pérgola perfumada de rosas y jazmines. Ordena cada pieza del juego tal como le enseñó su abuela Ana. ¡Hasta parece que escucha su voz! Así recibe a sus amigas, tan coquetas como ella, para tomar el té. Pero algo falla: de pronto ese hábito parece aburrirlas (o… les resulta aburrido). Isabel bosteza. Un bost
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