Descripción
Diez Gotitas de Azar
Suele decirse que de todos los errores se aprende algo, que un tropezón no es caída, que no hay mal que por bien no venga. ¡Vaya si será cierto!
Prueba de esto es la historia de Stephanie Tatin, una cocinera francesa que en plena Belle Époque quemó las manzanas de una tarta y, para solucionar el percance, tuvo una idea que se convirtió en un postre muy famoso: la Tarte Tatin. O el tropiezo de Pascual Baylon, un fraile mexicano que en la época colonial de Puebla, volcó
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