Descripción
¿Puede ser que un día la nariz se canse de oler? ¿Los ojos, de ver, la boca, de gustar? ¿Los oídos, de escuchar? Y si eso, por algún extraño motivo, ocurriera: ¿qué pasaría con los sentidos? ¡Menuda confusión!
Dylan Hewitt pensó esta divertida y emocionante idea. ¡Y la hizo realidad! A partir de una nariz aburrida de hacer siempre lo mismo, despliega un mundo de nuevas sensaciones, delirantes, coloridas, inspiradoras. Y no es la única: es la nariz la que abre la posibilidad para que los ojos, l
Valoraciones
No hay valoraciones aún.